5 errores que afectan la autoestima de nuestros hijos
septiembre 12, 2017
Todos los padres cometemos errores, es imposible no hacerlo, lo importante radica en darnos cuenta para disminuir la ocurrencia de estos en el pasar del tiempo. Cómo padres representamos el punto de partida de la valoración personal de nuestros hijos, y, dado que, la autoestima se construye desde el juicio de los otros, ¿qué más significativo que el juicio de los padres para un niño? Así es cómo debemos poner atención a las siguientes recomendaciones para entrenarnos en no cometer las siguientes acciones:
Demandas y exigencias que exceden las capacidades de los niños, al sobre exigirlos, los niños no logran a alcanzar ni satisfacer las expectativas de sus padres, lo que impacta negativamente en la seguridad y alegría respecto a la realización, aunque haya conseguido el logro. La idea es que los niños vivan en un nivel de exigencia que les permita enfrentar las dificultades con la sensación de tener la competencia suficiente para lograrlo.
Escasa valoración de los logros, cuidado con pensar que valoración de los logros significa exclamar “María que bien!” frente al logro de haber obedecido a levantar los platos de la mesa. La verdad que frente a dicha frase estamos ante un caso de escasa valoración de los logros. Para que María se sienta bien consigo misma debe saber que hizo bien y los resultados de su buen actuar, es decir “María te felicito por haber obedecido en ayudarme a recoger los platos de la mesa”. Es fundamental ponerse a la altura del niño, mirarlo a los ojos, tocarlo suavemente, con el fin que aumente el impacto del mensaje.
Intolerancia frente los errores, el temor a equivocarse puede ser uno de los frenos más importantes para el desarrollo de nuestros hijos. Este temor disminuye la capacidad de explorar, arriesgarse, y bloquea la creatividad. Además, las personas que tienen miedo a equivocarse temen perder la aprobación y estimación de los otros si cometen un error, por lo que no se aventuran a emprender, pues temen que no resulte bien.
Falta de reconocimiento de los esfuerzos del niño, al juzgar a los niños sólo por los resultados obtenidos se desvaloriza el esfuerzo, que es una virtud necesaria para alcanzar logros y sueños en la vida. Al no ser reconocida, carecemos de un recurso invaluable para conseguir las metas impuestas, y, por lo tanto, la capacidad de sentir la sensación de autoeficacia.
Comparación constante con otros niños, son pocas las cosas tan tóxicas para el desarrollo como el sentirse siempre comparado. Los padres tendemos hacer comparaciones, en el que el resultado es negativo para el niño, lo que sólo genera la sensación de inferioridad, y, de no poder, lo que produce que el niño se sienta mal respecto a sí mismo.
¿Cuál de los anteriores es tu pecado capital? ¿Qué tendrías que empezar hacer para no seguir cometiendo ese error? ¿te pasa con todos tus hijos o sólo con uno de ellos?